Los Fundamentos del Cultivo - Episodio 4: El riego: Entendiendo cómo y por qué regar correctamente
En el episodio 3 de "Los Fundamentos del Cultivo", hablamos sobre el sustrato, su papel en el cultivo y cómo influye en el desarrollo de las raíces. Ahora, en este episodio 4, nos adentramos en el tema del riego, uno de los factores clave para mantener nuestras plantas saludables. Pero no basta solo con saber cuánta agua echar: es fundamental entender cómo y por qué regar correctamente, especialmente cuando las plantas están en sus primeras etapas y las raíces aún no se han desarrollado por completo.
¿Por qué regar es tan importante?
El riego no es solo para hidratar la planta, sino que también es esencial para que las raíces absorban los nutrientes del suelo. Además, el agua juega un papel crucial en el proceso de transpiración, que regula la temperatura de la planta y el flujo de agua dentro de ella. Pero todo esto está muy relacionado con el desarrollo de las raíces. Si no regamos de forma correcta en las primeras etapas, podríamos estar dañando las raíces antes de que lleguen a estar completamente desarrolladas.
¿Cómo regar correctamente cuando la planta tiene pocas raíces?
Cuando acabas de plantar una semilla o un esqueje, las raíces están limitadas y no han alcanzado toda la extensión del pan de sustrato. Esto significa que no pueden absorber agua de todo el sustrato, sino solo de la zona cerca de la raíz. Aquí es donde muchas personas cometen el error de regar en exceso o de forma muy dispersa, lo que puede provocar varios problemas, como raíces débiles o encharcadas.
La lógica detrás del riego cuando la planta tiene pocas raíces
- Regar cerca de la base de la planta: Al principio, las raíces están concentradas en la zona más cercana al tallo. Regar poca cantidad de agua alrededor de la base de la planta, en lugar de esparcirla por toda la maceta, permite que el agua llegue justo a donde las raíces están activas. De esta manera, las raíces jóvenes pueden absorberla más fácilmente sin perder la capacidad de transpirar correctamente. Si riegas muy lejos de la planta, las raíces jóvenes no podrán acceder a esa agua, lo que puede llevar a un estrés hídrico.
- Evitar el exceso de agua: Regar en exceso al principio puede causar que el sustrato se quede muy húmedo, lo que dificulta el acceso de oxígeno a las raíces y favorece la pudrición de las raíces. En lugar de empapar todo el sustrato, lo ideal es regar con pequeñas cantidades de agua y asegurarte de que solo la zona cercana a la planta se mantenga húmeda, sin saturar el sustrato. Con el tiempo, conforme las raíces se extienden, podrás ir aumentando gradualmente la cantidad de agua y expandiendo el área de riego.
- Riego superficial controlado: En las primeras etapas de vida, las plantas no tienen un sistema radicular profundo. Si riegas muy profundo al principio, el agua podría no ser absorbida por las raíces, ya que no han llegado a esa zona del sustrato. Además, el agua que se acumula en la parte inferior del sustrato puede crear condiciones de encharcamiento. Lo mejor es regar superficialmente, pero asegurándote de que el agua llegue a las primeras raíces, evitando que se acumule y generando un entorno de aireación en el sustrato.
- Frecuencia de riego: Las plantas jóvenes, al no tener un sistema radicular tan extenso, necesitan un riego más frecuente pero en menor cantidad. Esto les permite mantenerse hidratadas sin que el agua se quede estancada. A medida que la planta crezca y las raíces se expandan, podrás empezar a regar más profundamente y menos seguido.
¿Cómo saber cuánta agua usar?
La cantidad de agua dependerá de la temperatura, la humedad y el tipo de sustrato. Si el sustrato está demasiado seco, la planta podría no estar recibiendo suficiente agua. Sin embargo, regar en exceso puede ser tan perjudicial como no regar lo suficiente. Lo ideal es empezar con poca agua cerca de la base de la planta, regando gradualmente hasta que las raíces crezcan y puedas empezar a regar más profundamente.
Verificar color y peso del sustrato
- Una forma práctica de saber si es el momento adecuado para regar es fijarse en el color y el peso del sustrato. También es importante recordar cuándo fue la última vez que regamos. Por ejemplo, si regamos la planta con una cantidad específica de agua el lunes y el miércoles ya está completamente seco, probablemente debimos haber regado el martes.
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Mantener el sustrato seco pero fresco
Es esencial mantener el sustrato seco pero fresco. Nunca debe secarse por completo, ya que, sin saberlo, podríamos estar dañando las raíces capilares. Estas raíces son cruciales para la absorción de agua y nutrientes, y si se quedan sin humedad por mucho tiempo, su capacidad de funcionamiento se ve comprometida.
El clima y su impacto en el riego
Es importante tener en cuenta el clima a la hora de regar. Si vives en un lugar muy cálido o soleado, las plantas van a perder más agua por transpiración y necesitarán un riego más frecuente. Si vives en un lugar frío o húmedo, el riego debe ser más espaciado, ya que el agua no se evaporará rápidamente y las raíces pueden pudrirse si el sustrato está demasiado mojado.
El VPD: Un factor clave en el riego
El VPD (Déficit de Presión de Vapor) es un concepto que nos ayuda a entender cómo la humedad del aire influye en la transpiración de las plantas. Si el VPD es muy alto (aire seco), las plantas transpiran más y necesitan más agua para mantenerse hidratadas. Si el VPD es bajo (aire muy húmedo), las plantas transpiran menos y por lo tanto necesitan menos riego.
Conclusión
El riego es un proceso crucial, pero hay que entender la lógica detrás de cómo hacerlo correctamente, especialmente cuando las raíces aún están en formación. Evitar el exceso de agua y asegurarte de que el agua se dirija justo donde están las raíces jóvenes es clave para mantener a la planta saludable. A medida que la planta crezca y el sistema radicular se expanda, podrás empezar a regar más profundamente, pero siempre con el balance adecuado para evitar encharcar las raíces.
Nos vemos en el próximo episodio, donde hablaremos sobre cómo las condiciones de luz y el ciclo de crecimiento afectan el desarrollo de tus plantas.