Fundamentos del Cultivo Ep. 4 – Cómo y por qué regar correctamente 💧
El riego: entendiendo cómo y por qué regar correctamente 💧
¿Por qué regar es tan importante? 🌱
El riego no solo hidrata la planta; es la columna vertebral del cultivo. El agua es el vehículo que transporta los nutrientes disueltos hasta las raíces, y a la vez permite la transpiración, el proceso mediante el cual la planta regula su temperatura y mantiene un flujo constante de agua desde las raíces hasta las hojas.
Cuando regamos correctamente, estamos alimentando y oxigenando las raíces. Pero si lo hacemos mal —por exceso o por defecto—, podemos causar estrés, bloqueos nutricionales o incluso pudrición radicular. En las etapas iniciales, el riego correcto es especialmente crítico: una mala gestión del agua puede frenar el crecimiento antes de que el sistema radicular tenga la fuerza suficiente para recuperarse.
Cómo regar correctamente cuando la planta tiene pocas raíces 🌿
Durante las primeras semanas, las raíces aún no se han extendido por todo el sustrato. Están concentradas en la zona central, justo bajo el tallo. En esta etapa, muchos cultivadores cometen el error de regar toda la maceta de forma pareja, creyendo que “más agua es más vida”. Pero en realidad, regar de más puede asfixiar las raíces y ralentizar el crecimiento.
El objetivo es ayudar a la planta a buscar agua, no dársela en exceso. Un riego bien hecho en esta fase estimula a las raíces a expandirse y colonizar el sustrato, fortaleciendo su estructura interna.
La lógica detrás del riego en etapas tempranas 🪴
- Riega cerca de la base: las raíces jóvenes están en la zona próxima al tallo. Aplica pequeñas cantidades de agua directamente en ese punto para que llegue justo donde se necesita. Si riegas muy lejos, el agua se pierde y las raíces no podrán alcanzarla.
- Evita el exceso: cuando el sustrato permanece empapado por mucho tiempo, se reduce el oxígeno disponible y aumenta el riesgo de hongos o pudrición. Mantén una humedad ligera, pero con buena aireación.
- Riego superficial controlado: las raíces jóvenes aún no llegan al fondo del tiesto. Riega de forma superficial para mantener la capa activa húmeda sin saturar las capas inferiores.
- Frecuencia ideal: en lugar de riegos abundantes y esporádicos, realiza riegos frecuentes y ligeros. Esto mantiene un nivel de humedad constante que las raíces pueden aprovechar sin ahogarse.
💡 Dato Nostress: Un buen riego es aquel que deja el sustrato húmedo al tacto pero no empapado. Si al presionar con los dedos sale agua, probablemente regaste de más.
¿Cómo saber cuánta agua usar? 💦
No existe una medida única. La cantidad adecuada depende del tamaño de la planta, el tipo de sustrato, la temperatura y la humedad ambiental. Un sustrato más aireado (como coco o mezclas ligeras) retiene menos agua, mientras que uno más compacto la conserva por más tiempo.
- Color y peso del sustrato: un truco sencillo es observar el tono y peso del sustrato. Cuando está seco, se aclara y pesa menos; cuando está húmedo, es más oscuro y pesado.
- Evita extremos: un sustrato completamente seco puede dañar las raíces capilares (las más finas y absorbentes). Pero mantenerlo encharcado corta el oxígeno y detiene la absorción de nutrientes.
- Equilibrio: el ideal es mantener un punto medio: seco pero fresco, con suficiente humedad para permitir el intercambio de gases.
El clima y su impacto en el riego ☀️🌧️
Las condiciones del entorno influyen directamente en cuánta agua necesita una planta:
- En ambientes cálidos o secos, las plantas transpiran más y requieren riegos más frecuentes.
- En zonas frías o húmedas, el agua tarda más en evaporarse, por lo que conviene espaciar los riegos para evitar acumulaciones.
Si cultivas en exterior, te recomendamos observar las condiciones diarias. Un día nublado puede requerir la mitad del agua que un día soleado.
El VPD: un factor clave en el riego 🌡️
El Déficit de Presión de Vapor (VPD) mide la diferencia entre la humedad del aire y la capacidad de la planta para liberar agua. Es una herramienta poderosa para entender el equilibrio entre riego, temperatura y humedad.
- Si el VPD es alto (aire seco), la planta pierde agua rápidamente y necesita riegos más frecuentes.
- Si el VPD es bajo (aire muy húmedo), transpira menos y puede sufrir exceso de agua en el sustrato.
Controlar el VPD te permite optimizar tanto el riego como la transpiración. Puedes calcularlo fácilmente con nuestra herramienta 👉 Calculadora VPD.
Errores comunes al regar 💀
- Usar siempre la misma cantidad de agua, sin considerar el tamaño o etapa de la planta.
- Regar por rutina (“todos los días a la misma hora”) en lugar de observar las señales del sustrato.
- No revisar el drenaje: un mal drenaje puede acumular agua en el fondo del macetero, generando pudrición silenciosa.
- No ajustar el riego según la luz o el clima: días más fríos o con menor radiación solar reducen la necesidad de agua.
Si quieres entender mejor la relación entre luz, crecimiento y riego, te recomendamos leer nuestra guía sobre la importancia de la luz en el cultivo.
Conclusión 🌿
El riego es un arte que combina observación, técnica y paciencia. No se trata solo de “echar agua”, sino de comprender cómo respira la planta a través de sus raíces.
Regar en exceso o muy lejos del tallo puede limitar el crecimiento; regar de menos puede generar estrés hídrico. El equilibrio está en dar agua justo donde las raíces la necesitan y en la cantidad que pueden absorber.
A medida que las raíces crecen, amplía el área y profundidad del riego, siempre manteniendo un sustrato aireado y con humedad equilibrada.
Nos vemos en el próximo episodio, donde exploraremos cómo las condiciones de luz y el ciclo de crecimiento afectan el desarrollo de tus plantas. Si recién llegas a la comunidad, te invitamos a leer nuestra Bienvenida al Blog Nostress para conocer más sobre los fundamentos del cultivo.
🌿 Cultiva sencillo, cultiva Nostress.